Vaya¡, la Universidad vuelve al Ministerio de Educación y lo que es más importante, al frente del mismo se sitúa uno de sus miembros, el Sr. Gabilondo. Siempre pensé que el diseño del sistema educativo debía realizarse de manera global. Es decir, la materia prima que llega a la Enseñanza Superior se ha trabajado necesariamente en las etapas inferiores. Si fuésemos capaces de contar con un sistema coordinado, donde desde el principio tuviésemos claros los objetivos perseguidos ganaríamos en eficiencia.
Es por eso que el nombramiento del ex-Rector como Ministro del ramo me hace albergar esperanzas de que al menos se contemple esta perspecitiva. Por otro lado creo que debe ser positivo para la Universidad, pues él es un buen conocedor y sufridor del sistema universitario, de sus vaivenes normativos, de la necesidad de financiarlo adecuadamente, de acometer reformas valientes y de incentivar a sus profesionales.
Crucemos los dedos.
sábado, 11 de abril de 2009
sábado, 4 de abril de 2009
Bolonia y las empresas
Este polémico proceso de presunta convergencia entre sistemas universitarios europeos me trae de cabeza desde hace unos meses. A mi escepticismo inicial le siguió el convencimiento de su necesidad. Sin embargo, convencido ya de que es inevitable e ineludible e incluso necesario, no dejan de surgirme dudas y preguntas. Por ejemplo ayer me vino a la cabeza que entre todas las opiniones que he podido leer en los medios de prensa -hago una búsqueda en google cada día- no he encontrado ninguna cuyo autoría proviniese de la esfera empresarial. ¿Cómo es posible? ¿No se supone que uno de los motivos fundamentales es la adaptación del producto universitario a la demanda empresarial?
Desde hace tiempo tengo el convencimiento que a las empresas la Universidad se la refanfinfla. Tan sólo unas pocas han sabido ver en sus infraestructuras técnicas y humanas una oportunidad para abaratar costes y otras menos para invertir en futuro y viabilidad.
De todos modos seguiré buscando por si acaso me he equivocado.
Empieza la semana santa y nos merecemos desconectar para volver con más fuerza.
Desde hace tiempo tengo el convencimiento que a las empresas la Universidad se la refanfinfla. Tan sólo unas pocas han sabido ver en sus infraestructuras técnicas y humanas una oportunidad para abaratar costes y otras menos para invertir en futuro y viabilidad.
De todos modos seguiré buscando por si acaso me he equivocado.
Empieza la semana santa y nos merecemos desconectar para volver con más fuerza.
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